Hace unos días tuve la ¿oportunidad? de conocer la casa de Zhenli Ye Gon, el famoso chino que guardaba en su casa más de 205 millones de dólares en efectivo, aquí en las Lomas de Chapultepec, en la Ciudad de México.
De acuerdo a las investigaciones de las autoridades mexicanas, el dinero provenía de actividades ilícitas como el tráfico de pseudoefedrina.
Pues como les decía, hace unos días conocí una parte de esa mansión, en la que por cierto sólo queda una perrita que era propiedad del "chino".
En la entrada hay una escalinata muy imponente, como de telenovela, en medio de ella una mesa grande redonda.
A los lados hay puertas, las cuales están cerradas, pero se puede ver un poco a través de los cristales de éstas. Hay salas, sí, en plural, comedores e incluso un imponente piano.
Pasando por abajo de las escaleras y a mano derecha está el baño, y al lado de éste está un elevador para, supongo, poder subir a la planta alta o bajar al sótano.
En ese sótano un estacionamiento subterráneo, donde hay autos de lujo, y juguetes (bicicletas, y triciclos).
En la entrada de la mansión, a mano izquierda, hay un pasillo que conduce a un patio trasero.
También tiene una puerta que está cerrada, sin embargo a través de los pequeños cristales se puede ver una alberca techada, un jacuzzi y un tipo invernadero.
Los 205 millones de dólares fueron encontrados en una puerta falsa que se encontraba en la recàmara del chino. Esa recàmara, a la cual no tuve acceso, me dicen está "tapizada" de cristales y uno de estos es la puerta falsa que conduce a la bóveda donde se encontraban los dólares.
Aquí les dejo las fotos que pude sacar, espero que con esta descripción y las imágenes se den una idea de cómo vivía el famoso chino de las Lomas de Chapultepec.
La fachada de la casa
Uno de los comedores
La escalera, a la entrada de la mansión
Una cúpula enorme con un candelabro
Las bicicletas que se encontraban en el sótano, junto con autos de lujo (Mercedes, Toyota)
· Cuando íbamos a la Alameda Hidalgo de Querétaro · Cuando aparecías monedas · Cuando te iba a visitar al radio · Cuando llegabas puntualmente a desayunar y comer en la casa · Cuando cuidabas tus hiedras, tu flor avorita, en la terraza de tu casa · Cuando nos hacías tomar el jugo de naranja sin colar · Cuando nos dabas vitaminas Cevalin, esas que saben a dulces · Cuando te acompañábamos caminando hasta la casa de tu hermana, la saludabas, tomábamos horchata y nos regresábamos también caminando · Cuando contestábas el teléfono: Sí, diga usted · Cuando veías la pelicula Casa Blanca, tu favorita · Cuando te visitaba o te topabas a mi tía Lupe en la calle y no dejabas que te diera besos y gritabas: ¡Hay qué horror de vieja! · Cuando transmitías para el radio las corridas de toros o cuando veías las corridas por la tv y decías que te tenían harto porque siempre era lo mismo, sin embargo no te las perdías! · Cuando era los primeros días del mes y comprabas la revista Contenido · Cuando a tus hijos y nietos nos llamabas cariñosamente: Nananina, Chiquín, Cacher, Popochón, Anaís, Carcar, Mariana Rana, Lucha iguana, etc, etc · Cuando íbamos al cine de la Comercial y nos comprabas palomitas · Cuando íbamos al oculista al DF, a un hospital súper viejo con un doctor todavía más, pero que era de tu confianza · Cuando te gustaba ir a comer en El Danubio · Cuando íbamos por paletas al Tanque . Cuando te iban a curar o inyectar y gritabas para hacernos reir · Cuando llegabas a la casa con una bolsa de pepitas y entre todos nos las comíamos · Cuando íbamos al súper por encargo de mi abuela y comprabas exactamente lo que decía la lista · Cuando todos los primeros de enero íbamos a Salamanca a ver al Sr. De la Salud · Cuando íbamos al pueblito a ver a Carlitos, un carnicero amigo tuyo y que le comprábamos longaniza · Cuando le regalaste tus tijeras de la imprenta a mi mamá · Cuando me apoyaste en mi decisión de ir a estudiar al DF · Cuando dejaste la radio . Cuando subastamos en Mercado Libre el cine y nunca recibimos respuesta jaja · Cuanso íbamos a San Pedro Ahuacatlán con todos a nadar · Cuando te operaron en el IMSS y me quedé contigo una noche · Cuando íbamos a San Miguel de Allende a las albercas con agua hirbiendo de Escondido · Cuando veias a “Trompa de hule” y “Las carrizudas” · Cuando decías: Niño Niño o Niña Niña · Cuando íbamos de día de campo a “Las peñitas” · Cuando en año nuevo todos queríamos que tú nos dieras regalo porque siempre te caracterizaste por dar lo mejor · Cuando nos fuimos a Ixtapa y te enfermaste . Cuando te enseñé a leer los periódicos por internet y no te gustó · Cuando tenías un bote de dulces debajo de tu cama y más caramelos en las bolsas de tus chamarras . Cuando me enseñaste ortografía · Cuando una “vieja chocosa” te dijo en el Auditorio Nacional: Don Manuel, esa se canta con los brazos arriba! · Cuando te ibas con tus amigos al centro a platicar y les decíamos Los banqueros! · Cuando dabas “pellizquitos” jaja · Cuando se te antojaba el agua de coco · Cuando te echabas tu tequilita · Cuando le regalaste una mata de chiles a mi papá y la plantó en la jardinera de la casa · Cuando le diste la bendición a Gaby cuando se casó · Cuando mi mamá te espantaba detrás de la puerta y te decía: Guau! · Cuando trabajabas en tu máquina de escribir en el despacho · Cuando una noche mi abuela, chiquín tú y yo vimos el show de David Copperfield en la televisión · Cuando Gaby se ponía tus camisas · Cuando íbas a visitar a tu amigo el relojero · Cuando transmitías la peregrinación de Querétaro a la Basílica . Cuando Ana te inyectaba la insulina . Cuando odiabas que te dijeran Manolo! · Cuando mandabas hacer un kilo de frutas cubiertas o dulce de chilacayote “para los niños” · Cuando recibiste a Lula en tu casa · Cuando a tus hijos los mandabas al Impala! · Cuando nos regalabas libretitas para recados que hacías en la imprenta · Cuando íbamos al rancho y las regaderas las comparaste con una vitrina · Cuando nos contabas que las ranas eran de buena suerte · Cuando pagabas por una bolsa con un kilo de moquitos jaja · Cuando nos dabas “domingo” · Cuando te ibas en camión junto con mi abuela a San Juan del Rio · Y cuando en esas idas a San Juan del Río te llevábamos con tu prima Juanita, la de las inyecciones · Cuando decías: Mejor caballo! Hay qué horror! Sr. Chocante! Cochinada de perro! No, no, no, · Cuando me regalaste los libros de fábulas · Cuando fuimos a la presentación de Gaby de reina · Cuando nos contabas de tus viajes con mi abuela · Cuando fueron tus 50 años de casado · Cuando comprabas el Reforma los domingos · Cuando inventaste el término: Cabronazo! · Cuando decías: Una niña me dio un beso! · Y si te acuerdas de tu foto con “Madonna” · Y de tu termo con té · Cuando nos decías que nunca camináramos con la mirada hacia abajo · Cuando comprabas piloncillo · Cuando decías Hay mamá! · Cuando me contabas de tus inicios en la radio, en el DF · Cuando trabajaste en la XEW o en la XENA · Y de la hora del gallito? · Y de tu estéreo con tus cd´s favoritos · Y de los tipos en la imprenta · Y de la alcancía de rana · Cuando le decías a Lula: Niña, comiste payaso! · Y de tu rifa semanal · Y cuando íbamos al Sam´s por un helado · Cuando decías que era una cochinada la barbacoa · Cuando te servías tu café · Y qué tal el pan · Y cuando todos nos fuimos a Tecolutla · Cuando me regalaste tu chamarrota · Cuando le decías a mi abuela: Mamá, te quiero mucho · Y de tu canción favorita:
Abuelo, no sabes cómo te agradezco todos los momentos que pasamos juntos, te quiero y extraño mucho, donde quiera que estés siempre te voy a recordar con una sonrisa, como tú lo hiciste. Hasta siempre…
Pues nada, que hace como tres semanas llegué a casa del trabajo por ahí de las 11:30 de la noche. Todo iba bien, realice la tradicional rutina, cenar, ver un rato tv, lavarme los dientes, ponerme la pijama, y a la cama, pero el insomnio se apoderó de mí.
Saqué la lap para checar unos correos y nada, me puse a leer un rato y nada, total que decidí acostarme y contar borreguitos, pero no funcionó! Seguía sin poder conciliar el sueño.
Entonces decidí poner la radio y sintonizar Amplitud Modulada (AM), para encontrar un programa donde hablaran de algún tema, el que fuera, pero que me arrullara.
De repente escuché la oración del camionero, ustedes se preguntarán ¿y este wey cómo se sabe la oración del camionero? Pues simple, recordarán que viajo seguido a ver a mi familia a Querétaro y dos o tres veces el chofer de la unidad ha puesto un disco, el disco del camionero, donde el primer track es la oración ya mencionada con su respectiva rola.
Total que dejé el radio en esa estación y se apagó a la hora, yo ya estaba dormido. A la mañana siguiente salí temprano de casa y no toqué el aparato para nada. Por lo noche hice lo mismo, cenar, ver un rato tv, lavarme los dientes, ponerme la pijama y a la cama, pero en ese momento prendí la radio y estaban unas voces muy amables comentando sobre el tráfico en una de las autopistas de nuestro país.
De repente empezaron a leer mensajes sms con “cincos informativos” y donde se saludaba a la “colegancia”.
Y pues se trata del programa “Sobre Ruedas” del Instituto Mexicano de la Radio, donde Estrellita y King, los titulares, entablan contacto con todas las personas que manejan en las carreteras del país por la noche. Choferes de autobuses, de pipas, etc, y éstos a su vez informan sobre lo que pasa por el lugar donde se encuentren.
Es, digamos, una red de camioneros, dicho con todo respeto, donde reportan lo sucedido durante su viaje ya sea por llamadas a la cabina, mensajes sms o incluso correos electrónicos.
Es increíble, pero se reciben mensajes de los lugares más apartados de la República, desde Tijuana, pasando por Celaya, DF, Puebla, Tabasco, Mérida y lo mejor es que te imaginas cómo está “la 57” en esos momentos, En algunos casos con lluvia, otras veces tranquila, en ocasiones con accidentes o retenes.
Y la verdad es que el programa es un enlace entre los colegas del volante y sus familias, pero también entre los que no tienen nada que ver en ese mundo. El otro día una señora llamó muy preocupada para pedir que su hijo de comunicara con ella. Resulta que este wey está en un penal de Estados Unidos, en Louisiana, y todos los lunes se comunicaba a casa de su mamá, pero el último lunes no lo hizo y la señora no ha podido entablar comunicación con él.
Este joven, previendo que algún día podría cortarse esa comunicación, le dijo a su mama que cuando necesitara enviarle un recado muy importante lo hiciera a través de Sobre Ruedas, ya que él lo escuchaba a diario.
Pues la señora llamó a la estación, dio su mensaje al aire y está en espera de la contestación de su hijo. ¿Qué padre no? Poder comunicarte a la distancia con un ser querido por medio de un programa. Quizá sea cursi o suene trillado, pero me recuerda el mensaje de Bajo la misma luna.
Los camioneros informan dónde hay un accidente, por dónde no pasar, por dónde es posible que
te asalten, y creo que quienes lo hacen por medio del programa unen a su gremio, además que en cabina hay invitados, como médicos, especialistas, etc que brindan ayuda a los radioescuchas.
Yo no me lo pierdo, la verdad es que es un gusto escuchar el buen humor y sentir la buena vibra de las personas que se dedican al transporte y todas las historias con las que se encuentran a su paso por las carreteras de nuestro país.
El programa se transmite de lunes a viernes, de 22:00 a 02:00 horas, por la XEB, 1220 de AM, en el Valle de México y en sus distintas repetidoras a lo largo y ancho del país. No dejen de escucharlo, por lo pronto ahí les dejo algunas de las “claves” que utilizan los camioneros para comunicarse y que algún día nos podrían ser de utilizad:
5 informativo: Un reporte de cómo está una carretera o situación. Treintear: Cuando un vehículo se volteó. 31: Amigo 1028: Saludo La 57: La carretera La Morena: Las llantas Un caracolito: Una carambola (aunque no lo tengo muy claro) Quedamos en 8: Estamos pendientes Colegancia: Los otros camioneros
Las bicicletas que se encontraban en el sótano, junto con autos de lujo (Mercedes, Toyota)
Pues nada, que hace como tres semanas llegué a casa del trabajo por ahí de las 11:30 de la noche. Todo iba bien, realice la tradicional rutina, cenar, ver un rato tv, lavarme los dientes, ponerme la pijama, y a la cama, pero el insomnio se apoderó de mí.
